El hamam

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El otro día fuimos al hamam, que es una especie de baño público que se encuentra a medio camino entre los baños turcos y las duchas de polideportivo municipal de mi barrio.

Hay un hamam para hombres y otro para mujeres. Yo os voy a contar un poco cómo es el de hombres, porque el de mujeres aún no he tenido el placer de conocerlo.

Primeramente entras desde la calle a un vestuario donde te quitas la ropa y te dan un par de cubos para entrar en lo que es el hamam en sí. Una vez dentro te encuentras en una sala enorme llena de gente, envuelto en una espesa niebla de vapor de agua caliente y más perdido que Nemo, porque realmente no sabes qué se supone que debes hacer. Dentro nadie habla francés y a nosotros nos habían dicho que te daban masajes con jabón, pero nosotros sólo veíamos gente lavándose sola. Así que empezamos a hacer lo que veíamos que hacía todo el mundo, que era coger agua con los cubos, pero ahí no aparecía nadie a masajearnos, con lo que decidimos salir a preguntar.

Al poco nos mandan a sendos “colegas” que nos dicen que nos tiremos en el suelo y empiezan a frotarnos el jabón con todas sus fuerzas, que eran tantas que llegaba a doler. Luego cogieron una manopla que parecía una lija del 4, de hecho probablemente estuviese hecha con lija del 4, y empezaron a frotarnos. Yo creía que acabaría sangrando. Para terminar nos retorcieron todas las extremidades hasta crujirnos los huesos y nos aclararon con agua congelada.

Yo me sentí un poco como un recién llegado a un campo de concentración (perdón por la comparación), con todo el mundo hablando un idioma que yo no entendía y diciéndome las cosas con gestos mientras me fregaban como si nunca me hubiese lavado en la vida.

Lo cierto es que al final, pese a lo doloroso y traumático del proceso, salimos de ahí como nuevos y con la piel lisica lisica. También llegamos a la conclusión de que aunque aquí todo el mundo va al hamam habitualmente y con normalidad, si un local de este tipo estuviera en España, estaría, con toda probalbilidad, en el barrio de Chueca de Madrid.

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¿Hay huertos en La Castellana?

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En el centro de Taipei uno se puede encontrar casi cualquier cosa...

Un día en la ópera

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Hace unos días me llevaron en mis clases de cultura a ver un espectáculo de Ópera China. Creo que todos hemos visto alguna vez escenas de sus personajes vestidos con trajes antiguos y maquillajes chillones. La Ópera China cuenta escenas de la vida cotidiana del mundo antiguo. Los personajes están vestidos de época, pero de un modo muy extravagante y colorido, y los maquillajes también son muy exagerados. Vestidos, maquillajes y colores son símbolos de la personalidad de cada uno de los personajes.

La representación es una mezcla de interpretación caricaturesca, canto y artes marciales. Así que los actores deben ser expertos en varias disciplinas. Se necesitan más de 12 años de largas horas de estudio y preparación para entrar a formar parte de una escuela de ópera. La representación que fui a ver yo fue en una de estas escuelas.


Toda la obra está acompañada por una música de fondo muy estridente, incluso desagradable para los que no estamos acostumbrados. Y el modo de cantar también es muy chirriante. He puesto algún video para que veáis de qué hablo y juzguéis vosotros mismos. A mí la verdad, el espectáculo me pareció visualmente muy atractivo pero pesadísimo en lo musical.

Lo divertido fue que a los del curso nos metieron con los actores, nos enseñaron cómo se preparaban y hasta nos disfrazaron! Chus iba de reina, David de rey mono, y Miguel y yo íbamos de “apuestos seductores”. Bueno, yo más bien iba de sarasa. A ver que me decís vosotros. Y… sí, el del vestido azul celeste y abanico en mano soy yo.

Panorámica de la costa Sur

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El fin de semana pasado estuvimos en el Sur de Taiwán, donde hay un parque nacional. Las vistas de la isla eran espectaculares.

¿Hay crisis en Taiwán?

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Me preguntan desde España, donde la crisis está pegando de lo lindo, si en Taiwán pega igual. Preguntando a la gente local, me dicen que sobre todo se nota en los precios, pero que aparentemente no pega tan fuerte como en Europa. Así que he estado buceando entre estadísticas oficiales (FMI y CIA.gov) para ver el estado de salud de ambos países, y he sacado alguna conclusión curiosa. Primero veamos en qué situación se encuentran ambos.

PIB nominal
España ocupa el 8º puesto a nivel mundial en PIB nominal justo por detrás de Italia. Taiwán, por su parte, ocupa el puesto 24º con un PIB nominal similar a Austria, o Noruega, y superior a Dinamarca o Grecia, para que nos hagamos una idea. El PIB nominal mide lo que produce un país sin tener en cuenta las diferencias de precios entre países o el nivel de población.

Si tenemos en cuenta su población, España ocuparía el puesto 24º a nivel mundial en cuanto a PIB nominal per cápita con 32.090 USD, y Taiwán el 36º con 16.697 USD. Lo que a primera vista significa que la renta media en España es casi el doble que la taiwanesa. Pero eso no es del todo cierto.

PIB per cápita PPP
Para hacer una comparativa más real tendríamos que tener la diferencia de precios de todos los factores empleados por ambos países. Y para ello debemos mirar el PIB per cápita a Paridad de Poder Adquisitivo. Esto es: cuanto puede comprar el ciudadano medio taiwanés con lo que gana en Taiwán, y cuánto puede comprar el español con lo que gana en España.

PIB nominal per cápita PPP (USD)

Este indicador, como se ve en el cuadro, es muy similar. Es decir, el estándar medio de vida de ambos países teniendo en cuenta las diferencias de precios y salarios es parecido, lo que me sorprende. Uno que ha vivido en ambos países no cree por esta vez lo que dicen los números.

Evolución reciente
De los datos publicados por CIA.gov que se presentan en el cuadro siguiente, podemos decir que Taiwán ha crecido los últimos 5 años casi el doble que España, y que tiene unas tasas de paro y de inflación prácticamente la mitad que la española.

Y ¿qué hay sobre la crisis?
Taiwán espera crecer en el 2008 en torno al 4%, menos que otros años. En España, mientras tanto, rezamos para que nuestro crecimiento no sea negativo.

La crisis en Taiwán se nota sobre todo por la subida de precios, aunque, como se ve en el cuadro, la inflación sigue siendo menor que en España. Sin embargo, Taiwán está reduciendo año tras año su paro. Mientras que en España la tasa de paro no deja de crecer.

Conclusión: creo que me ha tocado buen momento para estar fuera de España.

Comprar alcohol

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El sábado fuimos a la playa y pasamos por el puerto para comprar marisco y pescado para la cena. Compramos seis centollos, un kilo de gambas y un pescado que era como una lubina grande por apenas 20 euros. Ya sólo nos faltaba el vino para acompañar y por la tarde me acerqué a comprarlo. No era la primera vez que comparaba alcohol en el supermercado, pero sí que fue la vez que más me costó conseguirlo.

Aquí los supermercados venden el alcohol (los que lo hacen) en una tiendita aparte que cierra a las 19:00 por ley, y que parece cualquier cosa menos un negocio legal. Yo llegué a las 18:30 y estaba echado el cierre. Fuera había una marabunta de gente apelotonada a la espera de que levantaran la reja para entrar a conseguir su dosis de néctar para infieles. De vez en cuando, se abría un poco la puerta para dejar salir a unos pocos que ya habían conseguido comprar lo que querían y ahora debían atravesar la masa de gente que no paraba de empujar para conseguir salir totalmente. Una vez evacuada la tienda completamente, volvían a abrir para que los que estábamos fuera entrásemos en avalancha y sin orden alguno. Aquí las colas no existen, así que lo más práctico es tener un cuerpo habituado a moverse entre la gente y entrar con el dinero en la mano para, en cuanto llegues al mostrador, tratar de pedir lo más fácilmente posible. Una vez conseguido el vino, sólo falta abrirte paso a empujones para conseguir salir con tus bolsas negras para que no se vea lo que llevas dentro. Así es la hipocresía en este país…

Tiempo de perros

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Hoy ha salido el sol y las temperaturas permiten andar por la calle en mangas de camisa. Sin embargo, el viernes pasado empezó a llover. Empezó a llover y no paró hasta ayer. No se registraban tantos días seguidos de lluvia ni con tanta intensidad desde mil novecientos treintaytantos. Bajaban ríos de agua por las calles y las obras del tranvía Rabat-Salé quedaron anegadas como podéis ver en la foto. No obstante, hoy ha salido el sol y mañana iremos a la playa.

Taipei de noche

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Hay ciudades en el mundo que presumen de ser la “ciudad que nunca duerme”. Nueva York, Londres o Madrid son algunos ejemplos. Taipei no presume de ello, pero bien podría. Y podría porque su ritmo nocturno, muchas veces, es similar al diurno. Aquí puedes encontrar cualquier cosa que se te ocurra a cualquier hora del día: supermerados, restaurantes o tiendas de electrónica. Desde una frutería a una librería, desde un puesto de venta ambulante a la tienda de la esquina.

En España nos sorprendemos de que las “tiendas de los chinos” tengan unos horarios tan amplios. Aquí eso es normal. Si tienes un comercio estás expuesto a tenerlo abierto de lunes a domingo de sol a sol (sino es mas). Los pequeños comerciantes incluso viven en su tienda. Tienen una zona abierta al público donde despachan su mercancía y justo detrás los ves viendo la televisión, cenando o durmiendo. Incluso se ven niños por la calle hasta muy tarde.

En Taipei son famosos los Night Markets, mercadillos nocturnos donde puedes comprar ropa o artículos para la casa, cenar en un puesto ambulante, o hacer lo que llaman los Taiwaneses, la cuarta comida del día (o sea, nuestra recena).

Tenemos amigas taiwanesas que alargan sus jornadas de oficina hasta las 10, 11 o 12 de la noche. Y también es normal. Es la cultura del trabajo. Por eso los españoles, o los europeos en general, tenemos un poco fama de vagos.

También el tráfico a altas horas de la madrugada es bastante denso, casi como por el día. Por todo ello Taipei bien podría ser una “ciudad que nunca duerme”, aunque nunca presumirá de ello. Se presume de lo extraordinario, y aquí eso es lo normal. No presumirá porque es parte de su cultura y ritmo de vida.

Caligrafía china antigua

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Siempre hemos oído que la caligrafía china está considerada un arte, aunque en occidente no entendemos muy bien por qué. Cuando empecé a estudiar chino enseguida me fascino su sistema de escritura. Me fascinó cómo los caracteres están formados por diferentes trazos, cada uno de ellos con significado propio, y cómo las combinaciones de varios caracteres forman palabras más complejas. Pero de eso hablaré en otra ocasión, y os intentaré acercar a una escritura que a nuestros ojos parece indescifrable, pero que simplemente funciona con una lógica distinta, y que cuando se conoce es realmente fascinante.

Así que cuando llegué aquí tenía curiosidad por saber cómo se practicaba la caligrafía antigua, la que se hace con pincel. Un día acudí a una clase de una academia por mi cuenta, y otro día me dieron una en mi escuela de chino. Por supuesto que dos clases no dan para casi nada, pero por lo menos dan, para entender dos cosas: una, que la caligrafía china es extremadamente difícil de practicar, y dos, que, verdaderamente, es un arte. Cuando lo practicas por tí mismo, ves lo difícil que es, y ves la habilidad que desarrollan algunos, entiendes que es verdaderamente un arte.



Se usa un pincel de pelo fino y largo, tinta negra, y un lienzo de tela o papel. Se puede escribir en horizontal o en vertical, aunque los escritos antiguos están en vertical. Y básicamente consiste en escribir con el pincel los caracteres que forman poemas o pensamientos. La dificultad está en que cada trazo de cada carácter no es uniforme, sino que es irregular y está vivo. Ese movimiento se consigue dando una presión diferente al pincel y girando la muñeca, pero siempre manteniendo el pincel en vertical. De una sola vez, de un solo movimiento, sin posibilidad de error. Todo controlando la postura, para que el trazo fluya de modo natural, sin tensión. Así que lo que puede parecer una actividad sencilla, se convierte en un ejercicio integral que te exige un total control sobre tu cuerpo.

No exagero cuando digo que hay trazos que tardas meses de práctica en adquirir la destreza para realizarlos correctamente, que un calígrafo mediocre tarda varios años en aprender, y que un maestro tarda muchos más. Los grandes maestros entrenan músculos específicos de la muñeca y el antebrazo para dominar ciertos giros.

Hay diferentes estilos de escritura que se ven en el dinamismo y energía del trazo. Así está la cursiva, la estándar… son, en definitiva, tipografías. Hay maestros que lo son en un estilo, y otros que lo son en varios.


Una vez que os he puesto en antecedentes, ahora os podéis hacer una idea de la soberana chapuza que hice en mis dos primeras horas de clase. Echad un vistazo a las fotos para que veáis a la anti naturalidad cogiendo un pincel, y… sí, los borrones en negro que aparecen en un el papel, son míos. Intentaban ser caligrafía, pero creo que no lo consiguieron. También os cuelgo un video de un maestro en caligrafía cursiva, para que comparéis habilidades.


Callejeando

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Ya he cumplido mi primer mes en Taipei, y la verdad es que no he hablado mucho de la ciudad. Taipei es una ciudad de contrastes. A veces se parece a Japón y otras muchas podría ser un México o Guatemala. En el primer encuentro, la ciudad no impacta, porque parece, en su forma, una ciudad de costumbres bastante occidentalizadas. Pero basta un poco de tiempo para ver que la vida en sus calles es diferente a la que se encuentra en Europa.

Os he hecho una selección de fotos de lo que se puede encontrar callejeando por aquí. No muestran la cara más bonita de la ciudad, sino la más auténtica. Son escenas reales y rincones de la que es, ahora, mi ciudad. Las fotografías son de la vida de las calles de día, pronto os presentaré una vista nocturna.
Con el botón "ver todas las fotos" se pueden ver una a una y ver la presentación en tamaño más grande.

Conduire au Maroc

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Conducir en Marruecos es más una cuestión de huevos que de conocimiento. Pero no sólo conducir, un peatón en Marruecos se juega la vida cada vez que cruza la calle. Llevo ya casi un mes en este país y os aseguro que sólo he visto un semáforo de peatones que funcione, y no muchos más para vehículos. De los pasos de cebra mejor ni hablamos, porque aquí no hay cebras.

Para cruzar la calle, muchas veces la gente se apelotona en la acera en las avenidas y cuando se alcanza una masa crítica de personas un valiente se lanza y todos van detrás. Los coches, ante la marabunta de gente, se ven obligados a reducir la marcha, que no a parar, y así la gente consigue llegar a la acera de enfrente. De vez en cuando hay alguna baja pero los peatones lo vemos como un riesgo asumible ante la alternativa de vivir confinados siempre en la misma manzana.

También está la técnica del torero, consistente en cruzar poco a mientras te pasan coches y motos por delante y por detrás.

Las normas de tráfico son sencillamente ignoradas por todo el mundo y cuando alguien hace una pirula los demás se descubren ante él por haber sido más listo y haberles ganado la mano. Es frecuente ver cómo hay un semáforo en rojo en un cruce y llega uno y se coloca en sentido contrario adelantando a toda la fila de coches que espera a que el semáforo se ponga en verde. Sólo si la pirula es muy grande se toca un poco el claxon, se grita ¡haluf! (cerdo) y se deja correr.

En las rotondas hasta ahora tenía prioridad el que entraba por la derecha, es decir, cuando estabas dentro de la rotonda nunca tenías la prioridad. Parece que esto lo quieren cambiar para que sea como en Europa, así que ahora conviven las dos normas, con el consiguiente caos que origina.

Mucha gente conduce con los retrovisores metidos para entrar mejor entre los coches. Total, para lo que los usan…

Con todo esto, si la policía ve a 8 individuos metidos en un Fiat Palio, sin cinturón, y el conductor hablando por teléfono no dice nada. Es más, si saludas, te devuelven el saludo (verídico). Eso sí, se ponen con el radar en los peajes de las autopistas para cascar multa a todo aquel que no vaya a 30.

Así, no es extraño que todas las semanas escuchemos algún frenazo desde la oficina, seguido por un “uyyyy” aclamado por todos los becarios de la planta. Para no agobiaros con cifras, os resumo las estadísticas: El parque automovilístico marroquí es la décima parte del español y cada año mueren en las carreteras un tercio más de personas que en España. Acojonante.

Os dejo un vídeo para que lo veáis con vuestros propios ojos.

Esto es Márketing

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En la sección de personajes de esta semana os voy a presentar la estrategia de promoción de algunas marcas importantes. No es difícil encontrarse por las calles y locales de Taipei "profesionales del Márketing" como las de las imágenes. Promocionan productos de cosmética, o marcas como Marlboro y RedBull. Y creo que las campañas son bastante efectivas. La verdad es me pregunto por qué...